CREO EN EL ESPIRITU SANTO...
PARTE I - Resurrección, Espíritu Santo e Iglesia
Santuario de Nuestra Señora de Lourdes
Mosaicos, de Giandomenico
Facchina, Leopold Durand (siglo XX)
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DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS
La bajada a los infiernos en la lógica de la Encarnación es pues esa voluntad de Dios en Jesucristo de aceptar y vivificar la historia de los hombres. Es el cumplimiento últimos de ese deseo de presencia y de comunión, de ese proyecto de salvación y de resurrección.
Pedro lo afirma: "Hasta a los muertos se les anunción la Buena Nueva". Jesus "fue a predicar a los espíritus en prisión". Los padres griegos Orígenes, Gregorio Nacianceno, Cirilo de Alejandría, Juan Damásceno, Juan Crisóstomo interpretan todos ellos la bajada a los infiernos como un misterio de salvación.
Es la fuerza del Resucitado, su palabra liberadora, que alcanza así no sólo a los contemporáneos de Jesús de Nazaret y a los que se encontraron en su camino con los discípulos, sino a los hombres de todos los siglos, de todas las generaciones. Todo hombre es así visitado por Cristo, hasta en su misma muerte.
Del Retablo de la Iglesia del Santo Sepulcro de Zaragoza: "Cristo desciende a los Infiernos" - Jaume Serra (1381-1382) |
DIOS LO HA RESUCITADO: En el Nuevo Testamento la obra de la resurrección de Jesús se
atribuye al Padre: Dios lo ha resucitado. Y Jesús es
hasta tal punto una sola cosa con el Padre que da y devuelve la vida al
que está asociado a esta obra de su propia resurrección, como a todas las obras
del Padre.
VOLVERA GLORIOSO: Mientras Cristo no
haya sido acogido, comprendido, traducido, cantado, vivido en todas las
mentalidades, en todas las culturas, en todas las búsquedas espirituales que
han marcado y que marcarán a la humanidad hasta el final de los tiempos, le
faltará siempre algo a la plenitud de Cristo. Y la Iglesia, que tiene que
hacerse cuerpo suyo, seguirá en la espera, en la esperanza. Como una invitación
a velar en oración y al mismo tiempo para acudir a la misión: Esperamos y
preparamos tu venida gloriosa.
CREO EN
EL ESPÍRITU SANTO
Creer en el Espíritu
Santo es mantener que Dios actúa sin cesar. Ese Dios de Abrahán, de Isaac y de
Jacob, ese Dios de Jesús de Nazaret se revela en una historia. No ha dejado de
decirse en la historia de los hombres, no ha dejado de expresarse en las palabras de los hombres; el Espíritu
manifiesta la pasión que Dios siente por su creación.
Por ser persona
divina, el Espíritu nos hace participar de la vida de Dios. Lo mismo que
conocemos al Padre por medio
del Hijo, también lo conocemos en
el Espíritu. Él nos da acceso al misterio trinitario conformándonos a la imagen
del Hijo. A diferencia del Hijo, el
Espírito no es engendrado. Procede del Padre y participa de su gloria.
El Espíritu es igualmente señor en su tarea de santificar al mundo. Llena el
universo.
CREO EN LA IGLESIA
“Creo en la Iglesia”
no es una cuarta proposición complementaria a las tres proposiciones
trinitarias. La Iglesia es la primera obra del Espíritu Santo.
Se señalan las
características de la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica.
Se señala el Bautismo
como garantía de salvación.
Elementos de orfebrería utilizados en la liturgia |
Conjunto de orfebrería |
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